2. Historia

En 1997, una compañía de software escandinava llamada Propellerheads, dio a conocer un programa que revolucionó la industria de la informática musical. Ese programa fue Rebirth RB-338, y era una simulación de un hermoso par de sintetizadores de bajo Roland TB-303, y una caja de ritmos TR-808, también de Roland. Al igual que con los originales, no se podían tocar desde un teclado -en su lugar la Roland TB-303 utilizaba un secuenciador por pasos y la TR-808 una fila de 16 pads que se podían activar o desactivar para cada sonido dentro de cada ciclo de compases. Apegarse a una emulación de las interfaces de las máquinas originales, fue tal vez el factor clave del éxito de Rebirth, al tiempo que la tecnología informática y las tarjetas de sonido, no estaban por la labor de generar sonidos por software lo suficientemente rápidos como para hacer viable el uso de un teclado. Rebirth solucionó este problema por completo, por lo que cualquiera podría utilizarlo, y al instante poder empezar a crear grooves sin la necesidad de un teclado o la posibilidad de tocar uno.

rebirth RB 338
Propellerheads ReBirth RB-338

Steinberg, el equipo de creadores de Cubase, lanzó su arquitectura ‘Virtual Studio Technology’ (VST), o lo que es lo mismo su ’Tecnología de Estudio Virtual’ en ese mismo momento. Lo que nos brindó el poder realizar mezclas ‘en vivo’ y ‘plugins’ de efectos a tiempo real para su software de grabación. Propellerheads quería encontrar una forma de integrar Rebirth con el motor VST – su solución fue ‘Rewire’. Esto es esencialmente un puente entre las salidas de Rebirth y el mezclador VST de Cubase, permitiendo rutear, mezclar y añadir efectos a Rebirth junto con las pistas de audio de tu secuenciador. Este desarrollo inspiró a Steinberg a crear una extensión de su motor VST, lo que permitió que pudieran utilizarse ‘plugins’ de sintetizadores por software, casi de la misma manera en la que ya venían usándose los ya existentes ’plugins’ de efectos. Estos fueron llamados ‘VST Instruments’ (Instrumentos VST) o VSTi para abreviar. El éxito de los VSTi dependía de la posibilidad aparentemente esquiva de poder ser tocados a tiempo real desde un teclado MIDI. La tecnología de drivers ASIO de Steinberg (Audio System In/Out) tenía la llave para solucionar este problema y la publicación del protocolo ASIO 2.0 y VST 2.0 en 1999, rebajó la latencia por debajo de los 10ms (milisegundos) por primera vez, permitiendo a los VSTis poder ser tocados de la forma apropiada. Fue la integración de los instrumentos por software con el software de grabación la que propició un golpe maestro para la industria, y fue entonces cuando las empresas por software se empezaron a concentrar en la generación de grandes sonidos sin tener que preocuparse por los problemas de conexionado con la tarjeta de sonido y la latencia. Y es que a partir de entonces Cubase ya manejaba todo esto por ti.

Al principio, la mayoría de los instrumentos por software eran modelos básicos de síntesis ‘sustractiva’ de estilo analógico -osciladores, envolventes y filtros- pero con el tiempo, se exploraron otras formas de síntesis como la FM (Modulación por frecuencia), Wavetable (Tabla de ondas), y modelado acústico. Una vez que GigaSampler y Bitheadz Unity DS-1 pudieron demostrar que un ordenador también podía manejar el muestreo, no había ninguna barrera para que las computadoras se convirtiesen en la fuente de sonido final – la potencia de la CPU fue la única limitación.

Otras compañías de software de grabación, fueron finalmente ‘atrapadas’ por Cubase, ya sea adoptando los estándares de Steinberg, como introduciendo los suyos propios. Cakewalk lanzó el Instrumento DirectX y Digidesign los RTAS (Real-Time AudioSuite), mientras que Apple desarrolló más adelante los Audio Units. Hoy en día, la mayoría de los instrumentos por software son compatibles con todos los formatos principales.

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