7. Cuidados y Accesorios
Un nuevo oboe necesitará que se toque en él, para permitir que la madera se asiente. Para empezar, se debe tocar no más de diez minutos al día, aumentando gradualmente el tiempo durante las primeras semanas. Después de un largo descanso sin tocar, el oboe se debe tratar con cuidado y no someterlo a horas de trabajo continuo. Un exceso de uso al principio, puede impedir que un oboe pueda alcanzar todo su potencial en términos de la calidad de sonido, e incluso puede provocar que se agriete, requiriendo ya sea una reparación o, en el peor de los casos, un nuevo conjunto.
El oboe en sí, necesita algunos cuidados básicos. Después de tocar, la humedad se acumula dentro de su interior, y para que se seque y así evitar que el agua forme canales, el oboe se debe limpiar después de cada sesión con una gamuza con contrapeso de seda o algodón. Los limpiadores con varilla de alambre no son ideales ya que la parte superior del alambre, a veces puede llegar a ser expuesta, por lo que puede rayar el interior del oboe.
Los oboes de madera son sensibles a la temperatura, y sobre todo a los cambios extremos de ésta. Nunca se debe dejar a la luz solar directa, o cerca de radiadores, y nunca expuestos a un frío intenso. Si aparece una grieta, y no es demasiado profunda, por lo general puede ser rellenada en un taller de reparación. Una grieta severa, sin embargo, supondrá un nuevo conjunto para el oboe, lo cual es caro.
Si los conjuntos del oboe son demasiado rígidos de armar, o se desarman fácilmente, el corcho en la articulación debería engrasarse con una pequeña vara para grasa de corchos.
El agua a veces puede propagarse por debajo de las llaves, en particular cuando hay humedad, haciendo un sonido gorgoteante, o produciendo un tono diferente por completo. Las llaves de octava son especialmente propensas a esto, y la forma más eficaz de solucionarlo es insertar un papel de fumar en la llave problemática y pulsarla tantas veces como sea necesario, hasta que se haya ido toda el agua.
En ocasiones, los tornillos pueden aflojarse -éstos se aprietan fácilmente con un destornillador de relojero.
