5. ¿Cómo suena una trompa?

El sonido claramente marcado y diferente del resto de instrumentos de viento se sirve básicamente de su boquilla profunda y cónica, del amplio alcance de difusión así como de la función técnica en el toque de la mano derecha (obturación). Su sonido abarca desde la calidez llena, suave y aterciopelada, hasta tonalidades brillantes y metálicas.

Conviene observar: La trompa de pistones unifica las características sonoras de 7 (o bien en la trompa doble 12) trompas naturales de diferente afinación, y correspondientemente flexible es también su sonido.

Los tonos profundos (registros graves), suenan muy suaves y cálidos y son capaces de asumir un papel de bajo en acordes de trompa o instrumentos de viento de madera, así como de voz de graves individual en orquestas sinfónicas. Los tonos de rango de medios también suenan muy suaves aunque con un color todavía más lleno y con mayor resonancia que en los registros graves. Los registros de agudos destacan por su brillantez, sonando muy claros, fuertes y tornasolados, aunque no posean los afilados registros de agudos de una trompeta.

Tapado o abierto (bouché o ouvert)

Como ya hemos visto en el capítulo del desarrollo histórico de las trompas, la acción de amortiguar servía antes de la invención de los pistones como única posibilidad de ampliar los tonos naturales al campo tonal cromático. Con el amortiguamiento no solo se conseguía una marcada variación en el tono, sino también en el sonido. Muchos compositores lo utilizan a conciencia por ejemplo para añadir efectos de eco. En las notas se encuentran los indicativos +, cuivré o bouché sobre los tonos amortiguados. Con la indicación o, ouvert, termina el amortiguamiento. Las variaciones de altura de tono se pueden nivelar con un cuarto pistón de amortiguación, si lo posee. Si no lo hay, se deben ajustar las digitaciones.

Un efecto de amortiguación permanente se puede conseguir con una sordina.

Sordina

Con todo ello, el amortiguamiento es una cuestión interesante desde la perspectiva sonora, pero exige práctica y sobre todo un oído bien educado. Si todo esto te seduce, no debes vacilar en comenzar con la trompa.