3. Diseño y funcionalidad

La oscilación del aire refuerza la resonancia del cuerpo

Todos los instrumentos de viento producen sonido al ponerse en vibración la columna de aire que se aloja en su interior. Esto ocurre al impulsar el aire hacia el interior del instrumento con la ayuda de la presión de los labios contra la boquilla. La lengua contribuye en ello, funcionando de forma similar a una válvula, en la respuesta y la duración del sonido. Básicamente se puede decir que cuanto mayor es el instrumento, la columna de aire es mayor, y más graves son los sonidos que puede llegar a producir. Al contrario, cuanto más corto es el instrumento, menor longitud tiene la columna de aire y se pueden producir tonos más agudos. En la distancia los sonidos se aprecian más altos cuanto más fuerte se sopla el instrumento.

El tubo realizado en latón de la trompa sigue un patrón circular (el diámetro se encuentra aproximadamente en 32,5 cm), siendo más delgado al principio y con forma cilíndrica. La campana de aspecto prominente adopta una forma parabólica, y posee en el contorno exterior una diámetro de 30,5 a 31 cm. La boquilla tiene la forma de un pequeño embudo, con una prolongación cónica que se acopla al tubo principal de la trompa. Las tres válvulas se manejan con el 2°, 3° y 4° dedo ( indice, corazón o anular) de la mano izquierda, donde el meñique sujeta el instrumento en un gancho o anillo del instrumento. Una válvula extra llamada válvula de amortiguación se usa para regular la altura de los tonos en la amortiguación de las trompas modernas.

Músico de trompa aplicando digitación y amortiguación

¿Para qué se necesitan las válvulas?

Todos los tonos naturales se pueden tocar con la trompa sin hacer uso de las válvulas. Aunque la línea de armónicos, sobre todo en rango de agudos, contiene muchos tonos (que además son difíciles de tocar), para un toque diatónico o cromático es necesario algún ardid técnico en todos los instrumentos de viento metal.

Las tres válvulas de la trompa permiten disminuir la afinación base en uno, dos o tres niveles de medio tono (válvulas 2, 1 y 3 respectivamente). Al pulsar la pertinente válvula el aire se desvía por el tubo que le corresponde, ampliando el largo total del tubo y consecuentemente también la columna de aire. Con ello se pueden interpretar todos los tonos del sistema cromático. Este mecanismo se inventó a finales del siglo 18 y permite un toque muy fluido y elegante, lo que llevó a la creación de composiciones virtuosas para la trompa por parte de los compositores de la época (p.ej. la última sinfonía de Beethoven, el concierto para chelo de Dvoraks, o la cuarta sinfonía de Anton Bruckner).

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