12. Calidad de audio

Lo que debes tener en cuenta

Para conseguir la mejor calidad de sonido posible en tu Homestudio, debe armonizar la completa cadena de señal. No sirve de nada emplear un fastuoso micrófono High-End, si se va a grabar con un pobre interfaz de audio de 50 euros con ruidosos preamplificadores de micrófono. La calidad de la escucha también debe estar en concordancia, al igual que la acústica de sala del estudio. Todo esto se debe contemplar en el presupuesto planeado.

La mejor parte del sonido proviene de antes del micrófono, no radica en tu DAW. Lo que en calidad no se recoja en la grabación, por norma general, no se podrá salvar en la mezcla final. O dicho llanamente, de donde no hay no se puede sacar. Por lo que merece la pena tomarse un tiempo en planificar la grabación de instrumentos o voces de forma óptima. Experimenta con la posición del micrófono en la sala, y con la separación de los instrumentos. Presta atención a que los instrumentos están bien afinados y que posean el sonido que tienes intención de extraer de ellos para tu producción. Una caja Piccolo puede ir genial para Funk, pero para Heavy-Metal, por el contrario, es completamente inadecuada.

Ajusta tu señal de micro de forma óptima. Si la señal es muy baja, la relación señal ruido es mala. Si ajustas demasiado alto, en ciertas condiciones podrás encontrarte con saturaciones de señal. Especialmente las distorsiones de los convertidores AD suelen ser muy molestas, y pueden arruinar la mejor Performance.

Procura ser más bien parco en los ajustes de ecualizador y compresor. No pretendas emplear el ecualizador para, volviendo al ejemplo, intentar hacer de una caja Piccolo una caja Heavy-Metal. ¡Esto no funcionará! Por el contrario, si ya has empleado una caja Heavy-Metal en tu grabación, es fácil, por medio de unos ajustes moderados de ecualizador y compresor, conseguir formar un sonido auténtico. De la misma forma esto se puede aplicar a toda la elección de instrumentos virtuales apropiados en arreglos MIDI.

Una cuestión de resolución

Los principiantes a menudo se preguntan acerca de la resolución y la frecuencia de muestreo que deben emplear. A principios de los 80s se estableció la frecuencia estándar en 48 kHz, ya que el oído humano es capaz de percibir frecuencias hasta aprox. los 20 kHz, y para el filtro antialiasing del convertidor se contempló un reducido tope de 4 kHz. Para el almacenamiento digital, por rigurosos fundamentos físicos, la frecuencia debe siempre emplear una tasa de muestreo de algo más del doble de alta. Más tarde se introdujo la frecuencia 44,1 kHz, porque las casa de discos precisaban mayor espacio de reproducción para el Audio-CD. Para el 99% de la humanidad, la calidad de audio de un CD normal de 16 Bit es indiscutiblemente suficiente para cualquier tipo de música. Hoy en día la mayoría incluso se conforma con el relativamente mal codificado MP3.

En la producción de música sin embargo se trabaja con registros de 24 Bit, porque durante la producción se necesita una mayor dinámica que después con la pieza ya masterizada. La elección de la frecuencia de muestreo, es aquí es donde difieren las opiniones. La mayoría de estudios profesionales trabajan dentro del ámbito de la música Pop con 44,1 kHz durante la completa fase de producción, porque a la práctica es más que suficiente. En la grabación de altamente sensibles y dinámicamente ricas piezas de Jazz o Clásico, también se opta por trabajar a 96 kHz o 192 kHz. Si esto es un simple requisito del carácter elitista de esos géneros, o realmente aporta una mejora de sonido, teniendo presente al consumidor final del otra vez limitado medio del CD, es algo que queda en tela de juicio. Para el estudio casero ,en cualquier caso, 44,1 kHz y 24 Bit es absolutamente suficiente.

Cables

Un tema acaloradamente discutido son y seguirán siendo los cables de audio. En algunas discusiones uno tiene la impresión de que la calidad de sonido solo se obtiene de la correcta elección de los cables. ¡Esto no es así! Y los cables tampoco tienen nada de mística. Si se aprecian diferencias de sonido, siempre tienen su aclaración en los parámetros físicos del cable. Y si no es así, lo más probable es que la diferencia de sonido sea tan solo presunta. Incluso aunque nuestros oídos son la medida de las cosas en la grabación y la mezcla, en la apreciación de pequeñas sutilezas no lo son siempre, especialmente cuando la expectativa y la sugestión juegan un papel. Cuanto más sutiles son las diferencias, mayor propensión hay a la ilusión. Muchos técnicos de sonido lo conocen. Se emplean 10 minutos botoneando en la EQ de la caja de la batería, haciendo los ajustes más finos aquí y allá, y están convencidos de oír diferencias… justo antes de darse cuenta de que la sección del EQ no está activa. Penoso, ¿verdad? Un poco, pero es una simple jugada de la psique humana.

Pero naturalmente que hay diferencias cualitativas entre los cables. Para empezar, existen cables simétricos y asimétricos. Y deberías emplear cables simétricos siempre que sea posible. Siempre que sea posible se refiere también a la posibilidad de que los aparatos que desees usar en tu equipo tengan entradas y salidas simétricas, y si es así el caso, priorizar su uso. Las conexiones asimétricas son propensas a crear molestias por zumbidos, mientras que las simétricas las eliminan de forma muy efectiva.

Opta siempre por cables con conectores de calidad. La marca Neutrik es puntera en este sector. Presta atención en los cables simétricos a que los conductores tengan una estructura trenzada. De esta forma los cables se hacen insensibles contra los campos magnéticos del exterior. Si es necesario cubrir largas distancias de cable, los cables deberían tener la menor capacidad posible. Los cables largos con alta capacidad amortiguan las más altas frecuencias del rango de transmisión. Un buen valor de capacidad sería p.ej. 58 pF/m. También en el apantallado del cable hay diferencias. Encontrarás apantallados de lámina con protección de tierra, también cables con entorchado aislante de hilo de cobre, aislamientos únicos o múltiples.

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