11. Sistemas Inalámbricos
Aunque la monitorización In-Ear puede funcionar perfectamente bien con los sistemas de cable, sobre todo para los músicos como los bateristas y pianistas, que no pueden moverse durante la interpretación, a los cantantes, en particular, les gusta tener libertad de movimientos. Incluso cuando éstos últimos son extravagantes sobre el escenario, es probable que afecten al rendimiento de un micrófono dinámico (y muchos cantantes utilizan micrófonos inalámbricos para una mayor libertad de acción), pero pocos cantantes se moverían muy lejos con un cable que va a un auricular (o incluso a un pack de cinturón), ¡por miedo a tropezar o enredarse con en el cable! Aquí es donde los sistemas inalámbricos se vuelven esenciales.
Un sistema inalámbrico In-Ear, funciona exactamente igual que un sistema de micrófono por radiofrecuencia, pero a la inversa. La mezcla de monitor se envía desde el mezclador a un transmisor inalámbrico (por lo general una 19"/1U o unidad de medio rack). El artista lleva un receptor de petaca, que suele incorporar un control de volumen, al que está conectado el auricular, por lo general a través de un mini-jack estéreo de 3,5mm.
De la misma forma que los sistemas inalámbricos de micrófono/instrumento, los sistemas inalámbricos In-Ear están disponibles en una variedad de frecuencias, y están sujetos a diferentes normas internacionales, ya que constituyen una forma de difusión local. Los sistemas de presupuesto medio, generalmente están cubiertos por la legislación general (es decir, el hecho de si es o no es legal utilizarlos con una frecuencia determinada para este fin, en un país determinado), mientras que los sistemas de gama alta profesional, se les asigna una licencia con un rango de frecuencias específico (y que por lo general se renueva anualmente) para utilizar una frecuencia en particular. Esto puede parecer complicado, pero al menos de cierto modo, garantiza que tu voz solista de repente ¡no sea interferida por la del cantante de la sala de al lado!
