2. Introducción

El trombón, la fuerza elemental capaz incluso de derribar murallas.

Que la resonancia del trombón puede ser muy poderosa, es algo de lo que ya nos advierte la biblia: que siete sacerdotes lleven siete trompetas delante del arca, y que el séptimo día den siete vueltas alrededor de la ciudad y hagan sonar las trompetas. Lo que sucedió posteriormente con los muros de Jericó es bien sabido.

Aunque el trombón, probablemente ya desde la Edad de Piedra, ha venido jugando un papel importante dando soporte en actos rituales como la invocación del sol, etc., el diseño de trompeta que conocemos surgió por primera vez en el siglo 15.

Como muchos otros instrumentos de viento metal, el trombón es un pariente cercano de la trompeta, que también es el origen de su nombre. En muchos idiomas, este instrumento se conoce como trombón, lo que no viene a significar otra cosa que una trompeta grande. Pero el trombón es mucho más que una gran trompeta. Además de su amplio rango tonal, sus excelentes propiedades sonoras y sus tonalidades versátiles, el trombón tiene la posibilidad de deslizarse de un tono a otro por medio de sus varas. Los compositores reconocieron y gustaban de utilizar estas ventajas ya en el siglo 15.

Para un mejor manejo, el tubo largo del instrumento se giró dos veces 180 grados. Estos instrumentos representaban un desarrollo posterior de la trompeta de varas, y por este motivo se construían muy estrechos, con una campana muy pequeña y una vara corta.

En el Renacimiento, el trombón asumía un papel más bien secundario. No fue hasta la época del Barroco cuando se empezaron a diferenciar las distintas afinaciones de los trombones. Las exigencias sobre el instrumento, que a menudo suponían sencillas secuencias de un solo tono, no eran demasiado altas en este momento. Pero con los trombones soprano, alto, tenor, bajo y contrabajo, los compositores de la época ganaron más posibilidades tonales y esto se usó para doblar voces o para la composición polifónica de trombones.

Fue a partir de principios del siglo 19 cuando al trombón se le otorgaron funciones orquestales cada vez más independientes. Desde entonces, el trombón se ha hecho indispensable tanto en la música clásica en la orquesta sinfónica como en la música de cámara.

Partiendo de unos métodos de construcción muy rudimentarios en la Edad Media, el trombón se fue construyendo gradualmente con una amplitud (escala) mayor. En el siglo 20, el trombón se optimizó todavía más mediante la integración de válvulas y el uso de materiales nobles.

Además de en la música clásica, el trombón, naturalmente todavía se sigue usando en la música militar en la actualidad. Especialmente en las grandes formaciones de marchas, el trombón con su campana radiante y orientada hacia al frente es un punto entusiástico sonoro y visual.

El trombón también está en el centro del desarrollo del estilo en el Jazz. Las numerosas facetas sonoras del instrumento y las posibilidades técnicas que aporta la vara del trombón juegan un papel especialmente importante. También en el pop, en la música latinoamericana y en el Ska, el trombón domina como instrumento solista y está óptimamente integrado en la sección de vientos.

Lo que era válido en la Edad de Piedra lo sigue siendo hoy. El trombón, un instrumento con el que sale el sol por todas partes.

Ya sea en la orquesta sinfónica, la música militar, la banda de música, el coro de trombones, la big-band o la música pop, el trombón juega un papel destacado en las composiciones polifónicas y como instrumento solista. Como suele ser el caso, el nombre aquí también debe considerarse ambiguo: la trompeta grande no solo tiene que aplicarse al tamaño físico, el trombón simplemente ofrece más posibilidades que una trompeta.

Sus personas de contacto