5. Material

El clarinete pertenece a la familia de instrumentos de viento madera. No obstante, este hecho no se debe exclusivamente al material del que está construido. Si fuera solo por eso, los saxofones deberían cambiar de acera y convertirse en instrumentos de viento metal. ¿Pero de qué está hecho un clarinete? Naturalmente siempre hay excepciones, pero el cuerpo de la mayoría de los clarinetes está hecho realmente del producto natural madera. Especialmente de madera de granadilla, pero también a veces de ébano.

Característico en ambas maderas es el color y la veta oscuros, como también el peso. Ellas se encuentran entre las maderas más duras, con una gran densidad que provoca que la madera no pueda flotar. El resultado: ¡Un clarinete no puede flotar! Para abaratar costes, también se encuentran clarinetes cuyas campanas son terminadas en material plástico, o en los que el cuerpo al completo es de plástico. La ventaja de los clarinetes de plástico es su resistencia a los cambios de clima. Las variaciones de humedad, de calor a frío, o la exposición a temperaturas exteriores extremas no le sientan bien. Un clarinete de madera reacciona resfriándose a estas situaciones, mostrando síntomas por ejemplo como grietas en el cuerpo. Él necesita lentos tiempos de aclimatación a los cambios de temperatura, y no le gustan los extremismos, hablaremos más de ello en el capítulo dedicado a los cuidados. Pero la desventaja de los clarinetes de plástico está en el sonido. A un clarinete de plástico le falta la típica calidez de los sonidos a madera. En los agudos suena todavía más afilado. No obstante, no todo es de madera.

Las llaves, los anillo o aros, así como la mecánica al completo en un clarinete se terminan de alpaca plateada. Se trata de piezas de fundición de alpaca. En los modelos más caros las llaves son forjadas y con ello existe menor riesgo de rotura que con el fundido. En interacción con las llaves y anillos encontramos los muelles o resortes. Aquí se distinguen dos tipos diferentes, los resortes de aguja y los de lámina, ambos de acero. Las almohadillas de las llaves están hechas de cuero, las más modernas también de silicona. Para evitar que vibren las llaves al tocar, y para su fino ajuste, se emplazan plaquitas de corcho entre las llaves y la madera, o también entre las mismas llaves. También encontramos corcho entre las juntas de unión de las diferentes partes del clarinete.

Otro material aparece en la boquilla del instrumento. La mayoría de boquillas está hecha de caucho o ebonita. Pero también aquí hay excepciones como la resina sintética o el vidrio, que también marcan diferencias en relación al sonido de las boquillas de caucho. Un clarinete es por consiguiente el resultado de una composición de materiales de diferentes tipos.

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